Páginas

sábado, 16 de febrero de 2013

Te recuerdo

 

(a G. C.)
Recuerdo tu sonrisa cómplice mientras una leve llovizna nos refrescaba el cuerpo.
Recuerdo tus palabras en mi oído: "Sos linda y te aprovechas de eso. Sonreís porque lo sabes."
Recuerdo cuando su mano juguetona me acariciaba a escondidas en público.
Recuerdo el momento en que me diste un beso en mi mejilla izquierda, muy cerca de mi boca. Temblé.
Recuerdo ese beso en cuanto el ascensor cerró sus puertas y al fin pudimos esta solos. Nos desahogamos de pasión.
Recuerdo cuando mientras me hacías el amor me dijiste que te mire a los ojos y me preguntaste si quería volver a verte. "Yo no te voy a compartir, te quiero sólo mio", te dije.
Recuerdo esa madrugada antes de partir, te miré, una sonrisa se dibujaba en tu rostro mientras dormías. Te desperté con un beso y me dijiste lo rico que olía. Te abrace, puse mi cabeza en tu pecho y nos quedamos callados esperando el momento de alejarnos. Suspiramos.
Recuerdo ese mensaje que me mandaste, y que alegró mi día, mi semana, mi vida sabiendo que no me habías olvidado, que también me recuerdas.
Recuerdo la forma en que me miras: cómo si no existiese nadie más, como grabándome en tu retina, como yo te grabe en la mía.
Te recuerdo así loco, real y tan fácil de recordar.

Noviembre 2012.

domingo, 10 de febrero de 2013

¡Todo era amor! (OLIVERIO GIRONDO)

¡Todo era amor... amor! 
No había nada más que amor. 
En todas partes se encontraba amor. 
No se podía hablar más que de amor. 
Amor pasado por agua, a la vainilla, 
amor al portador, amor a plazos. 
Amor analizable, analizado. 
Amor ultramarino. Amor ecuestre. 
Amor de cartón piedra, amor con leche... 
lleno de prevenciones, de preventivos; 
lleno de cortocircuitos, de cortapisas. 
Amor con una gran M, con una M mayúscula, 
chorreado de merengue, cubierto de flores blancas... 
Amor espermatozoico, esperantista. 
Amor desinfectado, amor untuoso... 
Amor con sus accesorios, con sus repuestos; 
con sus faltas de puntualidad, de ortografía; 
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas. 
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. 
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, 
que arranca los botones de los botines, 
que se alimenta de encelo y de ensalada. 
Amor impostergable y amor impuesto. 
Amor incandescente y amor incauto. 
Amor indeformable. Amor desnudo. 
Amor-amor que es, simplemente, amor. 
Amor y amor... ¡y nada más que amor!

*Oliverio Girondo (Buenos Aires 17/8/1891-24/1/1967) 
Poeta Argentino.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Confesión II

Vomito otra verdad en el teléfono
(o te lo digo en la cara)
si no tenemos futuro
disfrutemos del presente.
Olor a Armani
tu cuerpo intacto
y cansado de las vacaciones
mi cuerpo hastiado de devorar ilusiones.
Filtraciones
filtraciones en el sistema
filtrate vos también
y soñá conmigo.
No seamos como ellos
en el mundo hay más espacio
no te limites
vení conmigo.
Alejate unos días
y le hagamos el amor a las olas del mar
nos riamos con los pájaros
los invitemos a volar con nosotros
les enseñemos a volar
y nos cansemos juntos
que nos arrolle la sed
que nos volvamos a ver.